¡Qué maestro!: cruzó los cerros de Humahuaca para llevar tareas a sus alumnos

Lo cuenta de una manera que hace parecer sencillo lo que en realidad es, en buena medida, sobresaliente. “Había que ir y fui”, dice con simpleza, en una exégesis que se alinea con aquello de que “menos es más”.

Diego Orlando Cruz es maestro rural en la Quebrada de Humahuaca y pertrechado con vocación, sentido común y compromiso, la semana pasada tomó la decisión: debía “asegurar la educación igualitaria” de sus alumnos.

Pero la particularidad es que las niñas y los niños con quienes trabaja para su educación, viven en alejados parajes entre las montañas, en el área de influencia de Palca de Aparzo -168 km al norte de San Salvador de Jujuy-, a donde se llega pasando por el fantástico paisaje de la serranía del Hornocal.

Las cartillas que preparó el imprimió el maestro Diego Cruz para que sus alumnos no pierdan el ritmo de aprendizaje.

Por tal razón, sin contravenir la cuarentena y con la visión pragmática de que “aunque las puertas de la escuela estén cerradas” debía superar ciertas barreras, Cruz armó su plan, preparó su morral y hacia allí partió.

Su explicación no deja espacio para la duda. Entre los cerros “hay familias que no tienen acceso a la virtualidad” y eso hacía que en estos días de aislamiento “estaba trabajando con la mitad de los niños”, alumnos de 4° y 5° grado de la Escuela N° 254 “Éxodo Jujeño”.

Así fue como, para resolver la cuestión, diseñó e imprimió cartillas para que sus alumnos pudieran trabajar en el lapso del 13 al 30 de abril, material que él mismo llevó -contando con “los permisos y autorizaciones necesarias”- hasta el pueblo, distante 55 kilómetros de la ciudad de Humahuaca.

Diego Orlando Cruz, a mitad de camino, rumbo a Palca de Aparzo.

“Cada uno con su cartilla impresa y ya no las que se manda por whatsapp y en formato PDF”, dice, complacido, el docente quebradeño, que a su modo es uno de los héroes anónimos que hacen patria en Jujuy.

“Ahora vamos para adelante con todos”, brindándoles “apoyo via whatsapp o llamadas telefónicas”, todo en procura de “asegurar la educación igualitaria para mis pequeños”.

“Con los niños seguimos trabajando, aunque las puertas de la escuela estén cerradas. ¡Vamos, que se puede!”, escribió en su página en Facebook, que en los últimos días ha acumulado más de dos mil visitas y unos 800 comentarios.