Un albañil y un comerciante fueron condenados por violencia de género

La jueza de control santarroseña, María Florencia Maza, condenó este viernes a Alfredo David Lezcano a un año de prisión en suspenso por los delitos de amenazas simples y lesiones leves agravadas por la relación de pareja, además de amenazas con arma, todo en el marco de la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres.

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A Lezcano se le probaron dos hechos. El primero ocurrió el pasado 1º de febrero, a las 19, cuando estaba en la casa de una ex pareja visitando a una hija que tienen en común. En ese contexto se generó una discusión y el imputado amenazó con matar a la mujer y su familia, luego “la tomó de sus ropas y la levantó contra la pared, repitiéndole ‘los voy a matar a todos’”.

La víctima logró zafarse, pero el acusado la siguió, “la tomó de ambos brazos, sacó de entre sus prendas un cuchillo de 20 centímetros e intentó lesionarla, pero ante el llanto de ella, Lezcano le dijo que no sabía qué estaba haciendo y salió afuera de la vivienda” y así su ex pareja pudo cerrar la puerta. El imputado se quedó hasta las cuatro de la madrugada pidiéndole que le abriera.

El segundo episodio violento sucedió el 25 de febrero, cuando la víctima llevó a la hija que tienen en común a lo de Lezcano, porque éste le había solicitado verla a través de una red social. Cuando la mujer quiso retirarse, el agresor “empezó a insultarla, la empujó sobre un sillón y se abalanzó sobre ella, tomándola del cuello”.

La damnificada intentó “sacárselo de encima, rasguñándolo en el cuello hasta que logra zafarse”, pero Lezcano le dio un golpe de puño y le dijo que “no se iría de allí o si se iba aparecería muerta a las dos cuadras”. Posteriormente la denunciante fue a buscar sus pertenencias, pero aquél la “tomó fuertemente de los brazos y del cuello y le propinó otros dos golpes de puño en el rostro”.

Cuando la víctima pudo irse con su hija, el acusado la siguió durante siete cuadras, “mientras portaba un cuchillo de gran porte, oxidado y sin mango, diciéndole que la mataría a ella, a su hija y a la ex pareja por haber criado a la nena”. Al manifestarle la mujer que tenía razón y que la dejara ir, Lezcano se quedó parado en la calle y la mujer -que había sufrido lesiones- se fue hasta lo de su madre.

La causa concluyó a través de un juicio abreviado acordado entre el fiscal Raúl Míguez Martín, la defensora oficial María Silvina Blanco Gómez y el imputado, un peón de albañil de 22 años.

Lesiones por celos

El juez de control santarroseño, Carlos Matías Chapalcaz, condenó ayer a Daniel Eduardo Arnauti a seis meses de prisión en suspenso, como autor del delito de lesiones leves calificadas en el marco de la ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres.

En el legajo se probó que el 3 de diciembre pasado, a la madrugada, la pareja del imputado llegó a la vivienda de éste junto a un amigo y Arnauti “comenzó a realizarle una escena de celos y a propinarle golpes de puño en el abdomen, el rostro y en la boca. Luego la arrojó contra el suelo, provocando su caída”.

Frente a esta circunstancia, la víctima intentó retirarse del lugar por sus propios medios, pero el acusado se lo impidió y “la llevó en su vehículo particular hasta su casa y, una vez allí, la tomó del cuello y de los cabellos, arrastrándola por el suelo”, por lo que sufrió lesiones en varias partes del cuerpo.

El conflicto penal se resolvió por la vía del procedimiento de juicio abreviado, que fue convenido entre el fiscal Walter Antonio Martos, el defensor oficial Martín García Ongaro y el propio imputado, un vendedor de autos de 44 años.

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