Le envió 65000 mensajes de texto a su enamorado

Jacqueline Claire Ades, de 31 añitos de edad, de la localidad de Phoenix, quedo tras las rejas (y sin celular…) por hostigar a su “novio” con solamente 65000 SMS.

Jacqueline (que aparentemente tenia abono libre de datos para su línea telefónica) llego a enviar unos 500 mensajes por día a su pareja.

Pero como si esto fuera poco Jacqueline, el pasado 8 de abril, se metió en la casa de su “amor” y revolvió todo.  La victima llamo de nuevo a las autoridades alertándoles de que, a través del sistema de vigilancia que había instalado en su casa, podía a ver a la acosadora en el interior de su vivienda.

Cuando los agentes llegaron al domicilio, la mujer estaba tomando una ducha (¡por lo menos era limpita!!!) en casa de la víctima y hallaron un gran cuchillo de carnicero en el asiento del pasajero de su auto, según documentos judiciales, por lo que fue detenida y acusada de allanamiento.

Por otra parte, la policía informó que algunos de los textos de los mensajes decían:

“No intentes nunca dejarme… Te mataré… No quiero ser una asesina”, “Espero que mueras… judío podrido y sucio”, “Soy como el nuevo Hitler… el hombre era un genio”, y “Oh, lo que haría con tu sangre… me gustaría bañarme en ella”.

Jacqueline Claire Ades, de 31 años, conoció a su víctima en una página web de citas y salió con él una sola ocasión. Luego de que el hombre no quisiera continuar con las citas, Ades empezó a ‘bombardearle’ con hasta 500 mensajes al día

En julio de 2017, el hombre llamó a los agentes para reportar por primera vez el comportamiento de Ades, de 31 años quien se encontraba estacionada frente a su casa y que le mandaba whatsapps a pesar de que había dicho que “no quería saber nada más con ella”.

En una conferencia de prensa brindada este jueves desde la cárcel para explicar sus motivos, Jacqueline dijo que había actuado de esa forma porque “sentí que conocí a mi alma gemela y que haríamos lo mismo que todos los demás y nos casaríamos“.

Asimismo, indicó que no tenía intenciones de herir o asustar al hombre, (¡para nada!!!) y que no guarda rencor porque le haya mandado tras las rejas. “Es mi alma gemela”, “¡Lo amo!”, exclamó. Rechazó que tuviera problemas mentales, argumentando ser solo “una persona que ha descubierto el amor”.